Citizen Langlois
Antaño las películas luego de proyectarse al público terminaban en la basura y se perdían, a veces para siempre. Algunas se reciclaban y terminaban convertidas en esmalte para uñas o betún... Hasta que apareció un joven llamado Henri Langlois, obsesionado por su preservación. Edgardo Cozarinsky, con ese delicado pulso con el que acostumbra visitar fílmicamente el pasado, elabora un cálido relato documental sobre este personaje que se instaló de manera imborrable en la historia del cine.
No quería ser cineasta, pero para situar históricamente el aporte de Langlois al cine basta con recordar que se suele decir que los cineastas de la Nouvelle Vague fueron hijos de la Cinemateca que él fundó. No quería recuperar las películas sólo para su preservación, sino que consideraba fundamental su exhibición permanente. En febrero de 1968 el gobierno francés decidió recortar gastos y destituirlo de la Cinemateca que él mismo creó, pero debió dar marcha atrás en esa decisión dado el fuerte apoyo popular que recibió Langlois, incluyendo adhesiones tan notables como las de Alexandre Astruc, Claude Chabrol, Abel Gance, Jean-Luc Godard, Aain Resnais, Jacques Rivette, Éric Rohmer y François Truffaut, entre otros.
"Sin Aliento", el reconocimiento de Hollywood por las copias que devolvió a las majors, "Metrópolis", "L'atalante", su encuentro en Estados Unidos con Jonas Mekas, su relación con Lotte Eisner, la influencia de la Cinemateca Francesa en la creación de otras cinematecas, la custodia a punta de pistola de películas de Hans Richter prohibidas por el nazismo... todo ésto encuentra su lugar en este documental, con material de archivo donde Langlois sigue tan vivo como las películas que contribuyó a preservar.
¿Por qué a los veinte años un muchacho en lugar de proyectarse en el porvenir se dedica a rescatar las huellas del pasado? Esa es la pregunta que se hace Cozarinsky y que busca responder con esta película. Luego de mostrarnos al hombre y al mito arriesga una respuesta y nos transporta a la infancia de Henri Langlois para revelarnos el posible Rosebud que debe haberlo movilizado en esta cruzada ya histórica de amor por el cine. El interrogante de Cozarinsky y el sensible vínculo que teje entre la cinefilia de Langlois y el clásico entre clásicos de Welles son acaso los elementos que hacen a esta obra única entre todos los documentales que han visitado la personalidad del fundador de la Cinemateca Francesa...
Juan José Zapico, 2009
Realización I (RyLA)
Facultad de Bellas Artes, UNLP